Vida de San Benito
El texto que narra la Vida de San Benito corresponde al Libro II de los Diálogos,
escrito unos 40 años después de la muerte de San Benito,
hace más de 1500 años.
Tuvo amplísima difusión e influencia a lo largo de toda la Edad Media,
y fué luego traducido a todas las lenguas modernas.
Está redactado usando la forma literaria de un diálogo entre el propio autor del libro
y un personaje literario llamado Pedro.
Al abordar un texto tan antiguo,
es importante tener presente no solo el género literario usado por su autor
-la narración de una serie de hechos milagrosos que jalonan la vida del santo-,
sino también su intención: escribir no una biografía en el sentido moderno de la palabra,
sino más bien mostrar a los fieles (los lectores) la imagen de un verdadero santo:
un hombre de Dios, un amigo de Dios,
que por serlo participa de los dones divinos de poder y de ciencia
(milagros, profecías, etc.).
El mismo Gregorio dice en su relato que no se informó de todos los detalles de la vida de San Benito,
y que tampoco refiere en su libro todo lo que sabía acerca de él.
Para él San Benito Abad representa el ideal del monje perfecto,
y la narración de su biografía es como un programa de vida que presenta a los lectores de su época.